AEloisa la Guerrera, como la llaman su mamá y su sobrino, la despidieron de la empresa donde trabajaba por tener más de 40 años. Pero ella no se quedó cruzada de brazos esperando a que alguien le abriera las puertas para seguir trabajando y, utilizando toda su experiencia laboral, decidió lanzar su propia línea de artículos para el hogar, que hoy lleva su nombre: Eloisa Legarda.
"Todos mis productos son pensados para los pequeños espacios, que representan la mayoría de apartamentos modernos. Siempre teniendo en mente la comodidad, mi línea cuenta con roperos plegables y muchos otros productos que retoman elementos de las abuelas, como las canastas forradas", cuenta esta microempresaria.
A ella no le quedó grande el reto de llevar su línea a Colombiamoda. "Me tocó inaugurar con mis productos, porque era la primera vez que esta feria incluía la línea para el hogar".
En la consecución de su sueño, muchas puertas le han sido cerradas. "A los grandes empresarios se les olvidó que ellos alguna vez fueron pequeños también. No me han abierto la puerta en ningún lugar. Tuve una pareja durante 13 años, pero me separé de él porque no me apoyó en mi idea".
Ahora, su dedicación y perseverancia le están dando frutos, porque Eloisa ha logrado llevar sus productos desde la comuna uno a las casas de cientos de personas.
A Marta Lucía Caro, la idea de crear empresa le nació de su amor por las mascotas. "Me encanta trabajar para estos muchachos, para los perritos. Mi marca 'Pa` Perros Moda Guau', empezó hace unos 3 años, porque me encantan los animales y porque he descubierto que también tienen necesidades como nosotros: sienten frío y les gusta estar bien vestidos, !como Arthur, mi chihuahua!".
Cuando la Corporación Mundial de la Mujer (CMM) entregaba créditos, le hizo un préstamo a Marta Lucía con el que compró una maquina de coser para empezar a confeccionar la ropa para perros que hoy muestra con orgullo en 'De Mis Manos', la tienda que la corporación abrió para comercializar los productos de unas 60 microempresarias que, como Marta Lucía y Eloisa, empezaron de cero y ahora tienen su propia empresa.
Ella cuenta que empezó vendiendo sus productos en un semáforo cerca a su casa. "Esta tienda es la primera oportunidad que tengo de posicionar a Pa´ Perros en un local comercial, donde le puedo llegar a más gente".
Microempresarias y socias
Paula Andrea Gutiérrez también exhibe allí sus productos. Para ella, lo especial de este proyecto es que lo siente como propio.
"Este es como el almacén de todas. No se trata de dejar nuestros productos en algún almacén en consignación, donde no sabemos que está pasando. Aquí podemos estar pendientes de que todo funcione y lograr que nuestros clientes nos identifiquen en un punto fijo".
Ella comercializa artículos en cuero, que elabora utilizando técnicas de pirograbado y pintura a mano. Hace 6 años, mientras estudiaba arquitectura, asistió a clases de pirograbado en madera y quiso experimentar con cuero.
"Me dio por coger un pedacito de cuero y empezar a mirar qué pasaba con él. Empecé a investigar, todo de manera empírica, porque yo no conocía nada sobre el cuero ni los materiales. Empecé a hablar con la gente que me vendía los cueros, a preguntarles qué tipo de pinturas podía utilizar. Así, poco a poco, he ido creciendo y aprendiendo".
Ahora, Paula Andrea tiene su propio taller donde emplea a cinco personas que le ayudan a fabricar los bolsos, correas, billeteras, zapatos y demás productos que vende en Medellín, Bogotá, Cali, Montería y otras ciudades.
Ver lo bueno en lo malo
Hace cuatro años, Beatriz Elena Agudelo se quedó sin trabajo. A raíz de esto y utilizando lo que había aprendido de niña cuando iba a regañadientes donde la vecina a que le enseñara de costura, por orden de su mamá, decidió empezar a hacer pijamas y a venderlas. "Ví que gustaban, así que seguí adelante con mi idea, pedí un préstamo para comprar una máquina y monté mi marca, "Catriza". Ahora, sueño poder exportar mis pijamas en unos cinco años".
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