Esta es la posición de Fedesarrollo, en la cual coincide con la opinión reciente del Banco de la República, en el sentido de que el aumento del salario mínimo para 2011 sólo debe tener como base el aumento de la inflación, ya estimado en el 2,7 por ciento en 2010.
El director de Fedesarrollo, Roberto Steiner, reclamó prudencia en la negociación del aumento del salario mínimo para 2011 y dijo que el incremento no debe ir más allá de la inflación causada, es decir, la que se registre al final de 2010, que podría estar por debajo del 3,0 por ciento.
Según el director del centro de estudios económicos, si se aplica la generosidad de otros años (3,64 por ciento en 2010) y se avanza más allá del índice inflacionario aumentaría la exclusión de más población trabajadora del mismo ingreso mínimo y se envía más gente a la informalidad.
"Hoy en Colombia, el 40 por ciento de los trabajadores en la informalidad gana menos de ese salario", recordó Steiner.
La negociación del aumento del salario mínimo empezará, formalmente, el 1° de diciembre, en el seno de la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Sociales y Salariales.
Sobre el argumento de las centrales obreras, en el sentido de que un incremento bajo en el salario mínimo se afecta la capacidad de compra de los trabajadores, el directivo de Fedesarrollo consideró que esa capacidad de compra se afecta más cuando el 50 por ciento de los colombianos son informales y ni siquiera ganan el salario mínimo.
Otras posiciones
Hace poco, el presidente de Anif, Sergio Clavijo Vergara, dijo que el 2,5 por ciento sería una buena cifra para elevar el salario mínimo para el próximo año, sin considerar el efecto de las mejoras en la productividad, que reclamarán los trabajadores.
Asimismo, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, consideró que la inflación para 2010 podría estar por debajo de 3,0 por ciento, en un nivel estimado entre 2,6 y 2,7 por ciento.
Pero las centrales obreras, que no han hecho aún un pronunciamiento formal y han pedido que el tema no se discuta por fuera de la mesa de concertación, sí consideran que el alza no debería ser inferior al ocho por ciento.
Reforma de aranceles
Fedesarrollo reveló un análisis sobre las medidas del Gobierno para enfrentar la revaluación, entre ellas la reforma arancelaria y dijo que a pesar de tener bondades, también cuenta con puntos negros que aún no se entienden y que demuestran el enorme poder de "lobby "o cabildeo por parte de algunos sectores, como el agro.
Una de esas fallas radica en que la reforma no tocó el arancel de 35 por ciento para la importación de vehículos, que se mantiene igual.
La razón para Roberto Steiner radicaría en las negociaciones que se adelantan del TLC con Corea del Sur, o por el efecto negativo de la suspensión que Venezuela hizo este año a la compra de carros colombianos.
El otro "lunar" es que la reforma no deshace el llamado "sesgo antiexportador" en algunos subsectores del agro y donde no se aplicó rebaja arancelaria alguna.
Reveló de todas formas, que la reforma está bien encaminada y es apoyada por el centro de estudios, porque permitirá al sector productivo ver un alivio real en sus costos, convivir con una tasa de cambio más fuerte; y la reducción sensible del arancel para las materias primas necesarias en la elaboración de productos, entre otras bondades.
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